Peteco Carabajal celebró 50 años con la música durante quinta luna de Cosquín 2025
La Callejera también festejó los 10 años de su consagración en el Atahualpa Yupanqui. El cierre estuvo a cargo de La Bersuít Vergarabat.

La quinta luna comenzó con La Callejera, encargado de abrir la programación musical celebrando los 10 años de su “Consagración” en el festival y luego fue el turno de Suna Rocha, que presentó un homenaje a Jacinto Piedra, recorriendo sus temas más emblemáticos junto a Gregorio Gómez Cantos, el propio hijo de Jacinto Piedra radicado en Alemania.
Tras la actuación de Agosto y Quetzallí, el grupo oriundo de Capilla del Monte y ganador de Pre Cosquín como Dúo Vocal, llegó el celebrado espectáculo “Tango improvisado” a cargo del pianista “Pepe” Colángelo y el armonicista Franco Luciani.
La continuidad de la noche trajo a Candela Mazza y más evocaciones a la música santiagueña; la Delegación de Córdoba y sus “Postales del Norte Cordobés” con integrantes de los Pacheco, los Duarte, Julio Cejas y la propia Suna Rocha; y Lucía Ceresani, necesaria representante del canto surero.
Peteco Carabajal con su "Legado Popular", celebró 50 años de trayectoria. El arranque fue por demás conmovedor con la zamba A mis viejos junto al bandoneonista Juan Carlos Marín y el himno Digo a la mazamorra, con Peteco al frente secundado por una suerte de “bandas eternas” que incluyó a una selección de músicos que lo acompañaron en sus diferentes formaciones
La banda estable se conformó con varios integrantes de la familia Carabajal (Demi en la batería, su hijo Homero en la guitarra eléctrica, Ricky en bajo, y Roxana, Graciela, Huahui Basualdo y Martina Ulrich en percusión y coros) y hasta el propio Raly Barrionuevo como un miembro más, como en los comienzos de su camino musical.
Finalmente, minutos después de las tres de la mañana, Bersuit Vergarabat hizo su debut en el festival, aunque no en este escenario, al que regresó luego de 20 años, con el antecedente del festival Siempre Rock 2005.
La Soledad y Yo tomo fueron los temas para ir entrando en calor, dando paso al primer guiño folklórico: La argentinidad al palo junto al Ballet de la Escuela Municipal de Folklore y que terminó con el grito de “¡Argentina, Argentina!” de una plaza que les hizo el aguante en todo momento.
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