Carlos Paredes premiado por su poesía
“El ciclo de mi madre” recibió una mención especial del Premio Nacional de Literatura de Tres de Febrero 2015. Además, la obra, fue seleccionada para conformar la Antología. Las autoridades de la Secretaría de Cultura mantuvieron un encuentro con el autor, cantor y sommelier riojano.
El secretario de Cultura Víctor Robledo, junto al subsecretario de Artes y Gestión Cultural, Nicolás Halkett y la subsecretaria de Música y Danza Patricia Herrera conversaron con Carlos Paredes, quien agradeció por el acompañamiento a su labor y comentó acerca de los detalles de este logro. Además, Paredes entregó un ejemplar de la Antología editada con su poesía.
SADE Tres de Febrero otorgó una mención especial al autor riojano Carlos Paredes por el poema “El ciclo de mi madre” con el que se presentó junto a escritores de todo el país, quedando seleccionado entre 50 finalistas.
Carlos informó que “es una convocatoria que todos los años realiza SADE con sede en Tres de Febrereo, y gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura, pude participar del acto de entrega de la Antología, donde me enteré que había recibido una mención especial”.
Dijo que participó con un poema dedicado a su madre y añadió que la particularidad de este concurso es que pueden ser obras inéditas o editas y este es un poema que integra mi segundo libro”.
También habló de la excelencia de los integrantes del jurado. “Son todos profesores de la UBA, lingüistas, especialistas en la materia y lograr alguna distinción es siempre un aliento”.
El ciclo de mi madre Cuando todo duerme: la cocina bosteza su bienvenida, se desperezan las hornallas... Ella echa sus primeros rezos, un estar en el jardín y luego la fajina. Boinas, helechos, albahaca, con ese antojo colorido de hortalizas soñadas. Recién entonces, todavía de noche, mi madre despierta el alba, enciende el sol, de un empujón pone a andar la vida y comienza una nueva jornada. Entre jaculatorias y ollas mágicas... Aunque sobre el hambre en el mundo o precisamente por eso, anda curando las heridas con un mate suave de leche y manzanilla.